Esta tecnología de autenticación biométrica se ha convertido en un tema de debate para las múltiples aplicaciones a la que está asociada actualmente; donde por un lado atribuimos la necesidad de una herramienta de identificación eficiente, exacta y libre de contacto, y por otro nos resulta un instrumento altamente invasivo. Realizamos un breve análisis abordando diferentes factores que debemos tener presente al momento de inclinarnos por algún proveedor específico.

Si bien hoy en día la ciencia ha resultado mucho más matemática, contando con el respaldo de potentes equipos sofisticados, también con la velocidad y la cobertura de las telecomunicaciones; las primeras investigaciones de biometría datan de hace más de 50 años donde se requería un mayor nivel de intervención humana y, por lo tanto, eran automatizadas solo en forma parcial dejando el interés solo en un nicho del mercado.

Con los avances en las investigaciones a través de los años, el reconocimiento facial logro su inclusión en soluciones de seguridad electrónica a medida que el software fue incrementando sus capacidades y logro un equilibrio entre precisión y velocidad. Dando origen a una plataforma de visión computacional con algoritmos automáticos; que reconoce la identidad de una persona en función de características fisiológicas de su rostro, capaz de expandirse y desplegarse en diferentes sectores.

El rostro de las personas contienen particularidades físicas únicas que permiten identificarlos de manera efectiva, donde el reconocimiento facial opera a partir de su detección a través de imágenes, luego interpreta estos rasgos faciales y los compara, en una base de datos preexistente; con miles de imágenes de rostros y características similares hasta lograr su identificación. La gran dificultad añadida es la de conseguir que este proceso se realice en directo con múltiples rostros de manera simultánea, en ángulos parcialmente ocultos y en movimiento. Adicionalmente el sistema debe ser robusto frente a entornos reales con diferentes niveles de luz, imágenes de resolución deficiente, a distancia de los objetivos e indiferente ante accesorios que las personas lleven superficialmente (Lentes, sombreros, barba, cabello, etc.).

No obstante, hay distintas técnicas o métodos de aplicación de esta tecnología. Existen programas que capturan el patrón 2D (proyección en plano) y otros más avanzados que capturan el patrón 3D (descripción volumétrica). Los equipos de reconocimiento facial 2D no distinguen entre una persona real o la fotografía de un rostro. El modelado de imágenes de 2D a 3D mejora el reconocimiento obteniendo mayores tasas de éxito al captar toda la información sobre la estructura facial y luego utilizarla para reconstruir un rostro tridimensional con rasgos más específicos como el contorno y forma de los ojos, pómulos, nariz, boca y barbilla, aparte de la textura y la profundidad. Por otro lado, el modelado en 3D tiene menos limitaciones en cuanto a iluminación, ángulos, distancia y oclusiones.

Se está utilizando para una amplia gama de aplicaciones en diferentes verticales, donde los aportes de los sistemas basados en el reconocimiento facial garantizan el desarrollo de soluciones altamente confiables:

• Seguridad Integral. Prevención de delitos e identificación de personas no gratas.
• Inteligencia de Negocios. Análisis de comportamiento del cliente. Experiencia y satisfacción del usuario.
• Control de Acceso. Desbloqueo infalible en puertas a zonas restringidas.
• Análisis Organizacional. Productividad del equipo y adaptabilidad laboral.
• Aeropuertos y Fronteras. Detección de delincuentes. Identificación de sospechosos.
• Seguridad Bancaria. Verificación de titulares en cajeros ATM y pagos por compras.
• Salud Ocupacional. Sin contacto acorde con nueva normativa sanitaria.

La mayor incertidumbre que generan los sistemas de identificación facial radica en poder proporcionar la seguridad a los metadatos recopilados. Muchas personas consideran que son una invasión a la privacidad pues permite la extracción, almacenamiento y análisis masivos de imágenes personales confidenciales sin que amerite autorización por su uso. Por otra parte suponen que las bases que almacenan datos personales de miles de personas son propensos a sabotajes informáticos, fallas o robos de equipos que conducen a la filtración de la información.

Sin embargo la tecnología de reconocimiento facial es una herramienta necesaria para solución de problemas, la diferencia está en el uso que se haga de esta método y la discreción aportada a los datos; acciones como la protección de activos, la validación de transacciones bancarias o el análisis de tendencias del consumidor no generan ningún tipo de amenazas. Esta técnica tampoco es la única que recopila datos confidenciales de manera arbitraria ya que casi todo lo que hacemos en nuestra vida diaria a nivel digital genera patrones y tendencias que pueden ser analizadas sin nuestro consentimiento, podríamos mencionar el caso de las redes sociales que extraen datos privados de sus usuarios, y se han levantado muchos mitos de su uso.

Por otro lado los grandes fabricantes de sistemas de seguridad destacan en la integración de ciberseguridad y la protección de extremo a extremo de los metadatos que se recogen y sobre la forma en que se almacenan aportando un uso seguro de la tecnología con procedimientos encriptados de nivel militar, en ocasiones anonimizando los datos y evitando grabar contenido.

Aunque sin duda ya contamos con plataformas certificadas y superiores en entornos multitudinarios y totalmente incontrolados, el desarrollo de esta tecnología se encuentra aún en evolución. Por ejemplo, para el segundo trimestre del presente año los algoritmos se adaptaban a la nueva normalidad donde la oclusión parcial del rostro es obligatorio motivado al uso de la mascarilla facial. Lo más complicado ha sido reducir el área de análisis a únicamente la parte superior del rostro, por lo que han tenido que trabajar para garantizar la validación segura con la mitad de los puntos que aplicaban anteriormente en sus algoritmos, sin dejar de perder la seguridad de la verificación.

El sistema de identificación facial al día de hoy ya tiene múltiples usos, pero sólo estamos en los inicios de una tecnología que seguirá cambiando nuestras vidas e impulsando el manejo de datos masivos, desarrollando procedimientos cada vez más blindados. Varios fabricantes ya realizan investigaciones para proporcionar más información y análisis que faciliten una identificación exacta, hasta el punto de lograr alcanzar las diferencias entre gemelos idénticos.

Agradecimientos a

Roynes Machado

Por su invalorable aporte.